miércoles, 21 de diciembre de 2011

Tormenta prolongada.

Hoy solo tengo ganas de meterme en la cama y no salir hasta que pase el tiempo. Mucho tiempo.
Me gustaría que esta sensación de decepción constante desapareciera cuando cierre los ojos, y cuando vuelva a abrirlos de nuevo no estar rodeada de toda esa mierda. Estoy harta, enserio, tanto que no se como explicarlo. Es como si todo lo que me rodea fuera de mentira, de hecho lo es.
Todas esas personas que conoces desde pequeña, que has visto día tras día y a quien has confesado lo que piensas y lo que te preocupa en casi todo momento, personas que consideras que con 13 años de relación está todo más que dicho y demostrado, bien, pues de repente en esas personas algo cambia, algo se activa y comienzan a mostrarte como son en realidad. Te hacen abrir los ojos, te dan la espalda y peor aún, tu lo aguantas, por que no quieres tener problemas, por que tú si que eres la misma de siempre, aunque quizá sea hora de demostrar que no ya no eres la que "de buena es boba", que una vez vale, pero que no son más que yo, que no están por encima de mí, y que nadie es lo suficientemente importante como para pisarme.
No me da la gana, y como es mi vida, yo decido. Y yo decido que es mejor estar sola que mal acompañada.
En estos momentos me siento perdida, no estoy acostumbrada a sentirme así. Sola. Jode decirlo, pero creo que todos en algún momento lo estamos, y ahí te das cuenta de que no necesitas a nadie, que lo que crees por necesidad no es más que desconfianza en ti mismo, así que no te preocupes si te sientes ausente, a veces es necesario partir para volver a encontrar el camino.




No hay comentarios:

Publicar un comentario